miércoles, 27 de marzo de 2013

Empoderamiento


¿Os habéis preguntado cómo sería vuestra vida siendo heterosexuales normativas? 


La verdad es que conozco algunas y su vida no es de color de rosa precisamente. Es más, encuentro una proporcionalidad directa entre su inteligencia y su nivel de insatisfacción.

A su favor tienen todo un engranaje social donde su espacio está clarito y bien definido. Hay un camino ancho para ellas, se las espera, son bienvenidas. Estarán acompañadas y protegidas mientras avanzan y, al final del sendero, serán honradas y respetadas como grandes damas a las cuales la humanidad les debe su existencia.
En su contra, ese mismo engranaje social las aprisiona, las condiciona, las ningunea y llega un momento en el cual ya es difícil salir de ese camino. No aprendieron a luchar porque todo en sus inicios les venia de cara, no se hicieron fuertes y ya es tarde para saltar. La decepción e insatisfacción es entonces inevitable.

Nosotras, las anormales bolleras marimachos tenemos el gran inconveniente al principio. El escollo lo encontramos en los inicios del camino, cuando somos jóvenes, inexpertas y muy vulnerables. Reconozco que hay gente que se queda en ese estrato, se reconvierten, se diluyen en la sociedad e incluso llegan a copar altos cargos dentro del PP...
Las que superamos (con mayor o menor gracia) el escollo, tenemos delante nuestro un camino desdibujado donde cada una ha de dar lo mejor de si misma para ir avanzando y trazar así un sendero que nos lleve a alguna parte.  
Sabemos que estamos solas. Somos apátridas y muchas veces nos sentimos inseguras. Es entonces cuando necesitamos a otras marimachos bolleras anormales que nos acompañen y nos hagan más llevadero el camino.
En el fondo, nunca seremos grandes damas respetadas ni la humanidad celebrará nuestra existencia; pero es que nuestro objetivo en si no es el destino,  es más bien vivir transitando el propio camino.


No. No envidio a las heterosexuales normativas. ¿Por qué tendría que envidiarlas? Ni siquiera me gusta el camino que tienen que andar.  


Rosso

2 comentarios:

  1. Qué razón tienes!!! bendigo cada día a las diosas o a las demonias que me han hecho así!!

    ResponderEliminar
  2. Si....ser anormal te libera de la imposicion social,de la carcel del poder heteronormativo,.....te permite repensarte,te permite crear otro modelo de vida mas habitable......se convierte en lugar de resistencia,de empoderamiento......lo tengo claro!! !!!!!!no me podrìa existir de otra manera!!pero tb he de decir que cuando estaba toda chunga drogada hasta las cejas con la quimioterapia echaba de menos tener una familia normal,donde nada hay que pedir,todo se da por hecho,es mucho mas facil en una situaciòn asi........

    ResponderEliminar